Trovador contemporáneo
Según wikipedia, un trovador es un poeta cantor de la Edad Media (...) a medio camino entre elguerrero y el cortesano, que ofrece su visión del mundo con sus canciones. Owen Pallet lo es. Es un contador de historias. Historias hechas con las manos.
Este joven canadiense de aspecto escurrido y tez pálida, única persona que se escode tras el nombre de Final Fantasy (Tomlab), lo demostró sobradamente en el concierto ofrecido en Valencia (10 de octubre, Colegio Mayor Luis Vives).Pallet, arreglista y colaborador de formaciones como Arcade Fire, Bloc Party o Beirut, apareció puntual sobre el escenario, descalzo, y ataviado con un pantalón negro y una camiseta gris que cualquiera de nosotros utilizaríamos no más que para ir por casa.
Un único foco arrojaba sobre él un halo de luz dura procedente del techo que reforzaba la teatralidad de la escena, en la que un pequeño violín de aspecto barroco, un pedal de loops y un órgano se repartían el protagonismo.Son los únicos elementos de los que este hombre orquesta se sirve para desplegar, él solito, su enorme talento interpretativo sobre el escenario.
Apenas unos toquecitos de pedal y unas caricias con el arco a las cuerdas del violín le bastaron a este “hombre orquesta” para dar la bienvenida a los asistentes y comenzar a construir, durante algo más de una hora, el universo de sonidos Final Fantasy.Para recrear ese mundo de dragones y mazmorras, de caballeros y princesas, acompaña sus composiciones, de un lirismo sobrecogedor, con una serie de proyecciones que ayudan al espectador de este espectáculo a zambullirse en el mundo interior de Owen Pallet.
Con la impresionante “This is the Dream of Win & Regine” (ver) (Has a Good Home, 2005) llega uno de los momentos más emocionantes de la noche. Mientras el canadiense hace cabalgar al arco sobre las cuerdas de su menudo violín, sobre la pantalla asistimos a la construcción, como si de un puzzle de color se tratara, de un escenario idílico de reminiscencias caballerescas.Le siguieron temas como “The CN Tower Belongs to the Dead” (Has a Good Home, 2005), “---->”, “Arctic Circle” o “Song song song”, estos tres últimos pertenecientes a su último álbum, “He Poos Clouds” (2006), trabajo más evolucionado que el anterior por la mayor complejidad de sus composiciones.
En todos ellos, demostró su excelente capacidad compositiva, su condición de excelente alquimista de sus propios temas.Primero, Pallet pare, uno por uno, sus particulares sonidos, para lo cual golpea su violín con las manos, frota las cuerdas vigorosamente o da ligeros golpecitos con el reverso del arco a las cuerdas del violín. Luego, rescata todos esos sonidos y los engarza para dar lugar a auténticas joyas.
Tras cada tema, Owen se cuadra y, con los brazos pegados a su delgado cuerpo, ligeramente rígido, se inclina levemente hacia el público como pidiendo perdón por aquello que le haya podido disgustar de su actuación.
Su exagerada timidez y la enorme emotividad que aflora en sus composiciones evidencian que nos encontramos ante un auténtico genio, tal y como supo apreciar el público que abarrotaba el pequeño auditorio y que, a buen seguro, disfrutó de lo lindo con el malabarismo compositivo de este trovador contemporáneo.
1 comentario:
Gracias, yo también os añadiré en cuanto edite y os seguiré de cerca.
Un saludo
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